El suicidio ha existido desde que se tiene noticia histórica sobre los seres humanos, lo que nos hace pensar que no es una conducta totalmente ajena a lo humano y si observamos un poco más, podríamos señalar que además del pulgar en oposición como señalaba Engels, la construcción de herramientas y el lenguaje articulado, la capacidad de decidir sobre la propia vida es algo que nos distingue de los animales, incluso los más desarrollados. Hasta ahora no se conoce ningún tipo de animal que se cause a sí mismo la muerte.
El suicidio ejercido como un acto voluntario, ha sido estudiado por distintos investigadores cuyo interés de estudio es el ser humano como una entidad compleja: filósofos, psiquiatras, sociólogos, psicólogos, sin que hasta el momento hayan logrado descifrar que es lo que lleva a una persona a renunciar a la vida. Para los filósofos, dependiendo de su orientación, le han dado al suicidio
distintas explicaciones. Para los investigadores del campo médico el suicidio es ejercido por personas que padecen un daño de tipo biológico, por ejemplo: trastorno bipolar, de personalidad, esquizofrenia, depresión.
Para los sociólogos el suicidio no es un acto individual aislado, sino que tiene que ver con el grupo social más amplio en el cual la persona se encuentra inmersa, de manera que entre menos oportunidades y más descompuesto se encuentre el clima social, más altos serán los índices de suicidio en la población. Para los psicólogos son los niveles de sufrimiento emocional los que llevan a las personas al suicidio.
Sin embargo, a pesar de las diferencias, todos ellos concuerdan en que no hay un factor único, sino que el suicidio es un fenómeno multicausal y que en los antecedentes se entrecruzan distintas problemáticas de tipo biológico, psicológico, filosófico y social, estos elementos no actúan aislados sino en conjunto, donde se potencializan unos con otros.
PREGUNTAS IMPORTANTES REFERENTES AL SUICIDIO
1. ¿Por qué el suicidio es tan frecuente cuando hay problemas en el hogar?
Precisamente, los principales motivos del suicidio en los adolescentes son por amores contrariados y problemas familiares. El clima emocional familiar tiene repercusión, positiva o negativa en la formación de la personalidad y si esta formación es caótica, la personalidad se puede estructurar con algunos rasgos que influyan negativamente en la adaptación del individuo, como, por ejemplo, la agresividad, la impulsividad, la timidez, la desesperanza, etc. Por otra parte, si la persona no tiene intereses extrahogareños que le permitan desarrollar otras habilidades para una mejor adaptación, el suicidio puede ser una forma inconveniente de evadir los problemas hogareños.
2. ¿Puede un hijo heredar de sus padres la tendencia a suicidarse?
No está demostrado plenamente que el suicidio se transmita genéticamente, por lo que esta tendencia no se puede heredar. Ahora bien, lo que sí se puede transmitir es la predisposición a padecer una enfermedad mental en la que el suicidio sea un síntoma y que los estilos de vida dañinos pongan en evidencia (abuso de alcohol, drogadicción, etc.).
3. ¿El suicidio se hereda?
Esto es parcialmente verdadero. Hoy sabemos, por los estudios de genética epidemiológica, que el comportamiento suicida puede ser transmitido a través de las generaciones. Sin embargo, debemos ser cautelosos al interpretar estos resultados para evitar asumir la postura anticientífica del determinismo genético, que está muy lejos de ser una realidad, no sólo para el suicidio, sino para la mayoría de las enfermedades. Lo más probable es que puedan heredarse las enfermedades que implican peligro de suicidio.
4. ¿Por qué hay familias con varios integrantes que se han suicidado?
Efectivamente, existen varios familiares que pueden haber cometido suicidio por imitación, identificación o porque hayan heredado una predisposición a padecer determinada enfermedad mental en la que el suicidio se hace presente como un síntoma más de dicha enfermedad.
5. Si una embarazada intenta el suicidio, ¿puede dañar al feto?
Es muy poco probable que esto no conlleve algún tipo de daño, dependiendo del período en que se encuentre el embarazo y el método que se utilice, pues las afectaciones pueden ser diferentes. Si el intento de suicidio es realizado con determinadas drogas durante el primer trimestre de gestación, el feto puede nacer malformado. Si se realiza en el último trimestre, el feto puede morir o nacer con grave depresión respiratoria e incluso con manifestaciones de síndrome de abstinencia si la droga hubiera sido ingerida con regularidad y lo que se produjo fue un intento de suicidio por sobredosis de esa sustancia. Esto, sin contar las complicaciones psicológicas de la madre que hubiera intentado el suicidio en ese estado y que repercutiría en la aceptación, rechazo o sentimientos de culpa hacia el hijo o hija por nacer.
6. ¿A qué horas son más frecuentes los suicidios?
No existe una hora predilecta entre los suicidas para llevar a cabo sus propósitos. En la madrugada es más frecuente que los lleven a cabo los pacientes deprimidos, pues a esas horas es cuando ocurren los mayores descensos del nivel de catecolaminas, sustancias que tienen la responsabilidad de mantener un óptimo estado de ánimo. Algunas investigaciones arrojan que después de los días festivos se incrementan los suicidios, pues se establecen relaciones afectivas que al finalizar las fiestas no satisfacen las expectativas iniciales. La mejor hora, el mejor momento para cometer suicidio es cuando el individuo se encuentra solo, sin posibilidad de ser detenido en sus propósitos por alguien interesado en impedirlo.
7.¿Es anormal tener ideas suicidas? Prácticamente, la generalidad de los seres humanos ha tenido ideas suicidas pasajeras, como una prueba de su instinto de conservación. Sin embargo, cuando estas ideas logran determinada planificación o cuando son expresión de una preocupación o trastorno psicológico subyacente, hay que considerarlas seriamente por la posibilidad de que las ejecute.
8. Si un hijo es homosexual y la familia no lo acepta, ¿puede cometer suicidio? La homosexualidad no es una enfermedad ni un atributo anormal del carácter. Se considera simplemente una preferencia sexual diferente de la heterosexual. Lo importante no es que los demás lo acepten, aunque eso sería lo ideal. Lo trascendental es que el individuo se acepte en esa condición y también sea aceptado por sus familiares, los cuales servirán de apoyo ante las múltiples incomprensiones que aún ocasionan la preferencia sexual. El ser homosexual no es motivo directo de suicidio ni de atención psiquiátrica.
9. ¿Los niños cometen suicidio? Si aún el niño o la niña no han conformado el concepto de suicidio, no se puede considerar la muerte por esta causa. El concepto de suicidio no se desarrolla en forma universal, sino que cada niño o niña lo desarrollará, antes o después, dependiendo de su historia personal. Aunque raro, el suicidio en la infancia es posible, principalmente después de los 9 o los 10 años, cuando ya se ha elaborado el concepto de suicidio como el quitarse la vida voluntariamente y la muerte es asumida como un hecho irreversible, que afecta a todos, incluso a ellos mismos.
10.¿Por qué los padres son los últimos en darse cuenta del deseo suicida de sus hijos si son los que más cerca están de ellos? Detectar a un suicida es una tarea difícil, incluso para los psicólogos y los suicidólogos más expertos, y los padres y las madres no lo son. Pero, por otra parte, en ocasiones, los cambios son sutiles y ellos no los perciben por estar continuamente con el presunto suicida. Otras
veces influyen razones como la comunicación y convivencia infrecuente entre padres e hijos, las malas relaciones entre ellos, no tomar con seriedad los anuncios de auxilio o las amenazas suicidas.
Suicidio en Personas Transgénero
Partiremos que en México no existen cifras oficiales sobre intentos de suicidio y suicidio consumado en población LGBTTIII. El INEGI que es el órgano rector para recabar información estadística no registra suicidios por orientación sexual, solo se cuentan con algunas cifras y porcentajes de la secretaria de salud y órganos no gubernamentales.
Algunos países si cuentan con cifras aproximadas lo que nos permite tener conocimiento del riesgo en el que se encuentran y atraviesan esta población.
Factores Individuales
Desde la suicidologia sabemos que el fenómeno del suicidio es multifactorial y se requieren hacer revisiones e investigaciones muy profundas para determinar causa o causas posibles del intento de suicidio y suicidio consumado.
Algunas investigaciones se aproximan a identificar algunos aspectos que nos ayudan para realizar la prevención y atención necesaria.
Saewyc (2007) reportó otros trastornos asociados a factores individuales de salud mental, como: conducta impulsiva o agresiva, desorden del comportamiento, desesperanza, baja autoestima, desórdenes alimenticios, abuso de sustancias y mayor dependencia de alcohol.
Curiosamente, no se incluyó aquí la esquizofrenia, otro de los grandes trastornos que ha sido reportado en la literatura como de alto riesgo de suicidio (OMS, 2002, p. 24). La misma Saewyc (2007, pp. 18-19) clasifica el abuso sexual o físico y el inicio temprano de relaciones sexuales (antes de los 15 años) como factores de orden familiar y de relaciones con pares que se relacionan con la problemática tratada.
La revisión de Saewyc (2007) también reporta que el uso de alcohol y el abuso de sustancias psicoactivas en horas previas al intento de suicidio, constituyen un factor de riesgo tanto en jóvenes heterosexuales como homosexuales.
Como influye la Fe y Religión
¿Factor protector o factor de riesgo?
La religión constituye uno de los factores cuyo papel no está claro en personas LGBTTTI. Un número importante de estudios ha hallado que las creencias cristinas se asocian con más baja probabilidad de padecer problemas emocionales en la juventud y de experimentar bajo riesgo de suicidio (Nonnemaker, McNeely & Blum, 2003, p. 2049; Wallace & Forman, 1998, p. 721). Las mismas creencias cristianas se han asociado negativamente con ideación e intento de suicidio, así como con abuso de sustancias, tanto en adolescentes como en población en general (Donahue & Benson, 1995, p. 145).
CONDUCTA SUICIDA EN ANCIANOS
A medida que avanza la edad existe un mayor riesgo de suicidio.
Las personas ancianas son el grupo con mayor incidencia de suicidio de todos los rangos de edades. Forman el 17% del total de los suicidios y es la décima causa de muerte. Los estudios describen un mayor riesgo en los varones, mientras que no se ha encontrado una evidencia semejante en las mujeres. Algunos autores defienden la creación de un subgrupo de «pacientes mayores» dentro de los ancianos, que suele establecerse entre los 75 y los 85 años. Es en este grupo de edad donde se ha observado que persisten las tasas más elevadas de suicidio, rompiendo con la tendencia a la disminución de las mismas de las últimas décadas. En los ancianos de mayor edad es donde la pérdida de los roles sociales y el declive físico se hacen más patentes, y parece que el matrimonio deja de ejercer su mecanismo protector, al igual que la calidad de vida y los cuidados médicos, que sí parecen tener este efecto preventivo a edades más tempranas. Son también estos pacientes aquellos en cuyos intentos de suicidio se utilizan métodos de letalidad creciente, por lo que conviene considerarlos como suicidios frustrados a efectos de manejo práctico. En el anciano, muchos estímulos que activan la conducta suicida son cambios ambientales sobre los que tiene bajo grado de control y que deterioran su calidad de vida, a la vez de su mayor vulnerabilidad psicobiológica.
La depresión tiene una gran importancia en el suicidio de los ancianos. Se calcula que cada año se suicidan un 0,5% de los enfermos depresivos mayores de 60 años, lo cual resulta aún más grave si se tiene en cuenta que la frecuencia de los síndromes depresivos aumenta con la edad. En estos cuadros depresivos son fundamentales ciertos factores sociales:
1. Fallecimientos.
2. Jubilación.
3. Aislamiento.
4. Rechazo familiar.
5. Situación económica precaria.
6. Impacto psicológico de los trastornos somáticos invalidantes 7. Enfermedades en el círculo familiar
Las enfermedades físicas son muy importantes, siendo un antecedente personal común en muchos de estos pacientes, aunque las cifras de prevalencia oscilan de modo poco homogéneo según los
estudios (34-94%). La depresión en el anciano con frecuentes limitaciones físicas agrava la morbilidad médica y la mortalidad, así como la frecuencia de la conducta suicida. Además, el anciano suele tolerar mal consultar los servicios de Psiquiatría, pero no así con otros tipos de especialidades. Varios estudios han descrito cómo muchos de los ancianos que cometieron suicidio consultaron por quejas somáticas días antes de su muerte. En este sentido Waern (1999) señaló cómo dos terceras partes de los pacientes suicidas de su muestra habían expresado a sus familiares ideas de suicidio durante el último año de vida, pero tan solo un 10% de los mismos se las había comunicado a su médico durante la última consulta.
CONDUCTA SUICIDA Y ALCOHOL
El alcohol es responsable de más casos de agresión y violencia que cualquier otra droga y su asociación con el suicidio es muy significativa. El riesgo de suicidio consumado en un paciente alcohólico.
Tabla Enfermedades orgánicas que producen aumento del riesgo del suicidio
1. Enfermedades neurológicas: epilepsia, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, enfermedades vasculares, enfermedad de Huntington, lesiones traumáticas en médula espinal, traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, demencia.
2. Enfermedades cardiovasculares: IAM, hipertensión.
3. Enfermedades reumatológicas: artritis reumatoide, dolor crónico mal tratado.
4. Enfermedades gastrointestinales: úlcera péptica, gastrectomías, enfermedad de Crohn, cirrosis hepática.
5. Cáncer.
6. Enfermedades renales: insuficiencia renal crónica, diálisis.
7. Enfermedades urogenitales: infecciones, cirugía.
8. Enfermedades endocrinas: alteraciones tiroideas, diabetes mellitus, enfermedad de Cushing, hiperparatiroidismo, hiperprolactinemia.
9. Enfermedades respiratorias: asma, bronquitis crónica.
10. SIDA.
11. Enfermedades hematológicas: anemia, porfiria aguda intermitente. 12. Enfermedades ginecológicas: S. premenstrual, S. Klinefelter.
13. Enfermedades de los órganos de los sentidos.
14. Síndrome de fatiga crónica
Otras sustancias tóxicas
El abuso de sustancias puede facilitar la conducta suicida y puede ser una forma de conducta suicida crónica. Los mecanismos por los que el consumo favorece la aparición de conductas suicidas son la disminución del juicio, cambios del humor, aumento de la impulsividad y la exacerbación de estados psicopatológicos previos.
Se asocian con frecuencia en las personas con los trastornos psiquiátricos más graves, de peor pronóstico y con mayor riesgo autodestructivo. Se trata de pacientes especialmente difíciles de explorar y de tratar, para los que la anticipación de la crisis suicida es compleja. En ocasiones se producen en respuestas a cambios del estado de ánimo asociados a la deprivación de la sustancia tóxica, al comienzo de los periodos de desintoxicación y de la rehabilitación.
Pacientes no colaboradores
Pacientes que se niegan a ser entrevistados, sea como fenómeno comprensible por la angustia y la culpa que siente, o bien como fenómeno de conducta explicable por un trastorno mental orgánico como un cuadro confusional (delirium). Es esencial entrevistar a otros informadores, que pueden mediar facilitando la relación con el enfermo.
Consejos para prevenir el suicidio
si tienes pensamientos suicidas…
Debes saber que….
** No estás sólo.
Busca un amigo, un familiar, un terapeuta y trasládale tus inquietudes. No mantengas en secreto tus pensamientos sobre el suicidio.
** Los pensamientos suicidas normalmente están asociados con problemas que pueden resolverse.
Si no se te ocurre ninguna solución, no significa que no haya soluciones, sino que ahora no eres capaz de verlas. Los tratamientos psicoterapéuticos te ayudarán a encontrar y valorar las opciones adecuadas.
** Las crisis de suicidio suelen ser pasajeras.
Aunque ahora sientas que tu abatimiento no va a terminar, es importante reconocer que las crisis no son permanentes.
** Los problemas rara vez son tan graves como parecen a primera vista.
Las cosas que ahora te parecen insuperables (problemas financieros, pérdida de un ser querido…) con el tiempo, serán seguramente menos graves y más controlables.
** Las razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles.
Piensa en las cosas que te han sostenido en los momentos difíciles: tu familia, tus aficiones y gustos, tus proyectos para el futuro…
4. consejos para prevenir el suicidio
Las siguientes orientaciones pueden ayudarte a combatir los pensamientos de suicidio:
** Recuerda que no es beneficioso actuar de forma impulsiva, con el tiempo el pensamiento del suicidio desaparecerá.
** Lo más importante es abrirse a los demás y comunicar tus pensamientos a alguien en quien confíes, o a algún profesional de la salud.
** Mantén a la mano una lista de personas con las que puedas hablar cuando tengas pensamientos suicidas.
** Elabora un listado de servicios 24 horas que atiendan estas situaciones.
** Llega a acuerdos con personas para llamarles en caso de que intentes autolesionarte.
** Dale a tu terapeuta los datos de un amigo, familiar u otra persona que pueda ayudar.
** Distánciate de cualquier medio con el que puedas hacerte daño.
** Evita el consumo de alcohol u otras drogas.
** Evita hacer cosas que no te salen bien o encuentras difíciles hasta que te encuentres mejor.
** Planifica actividades diarias, escríbelas y ponlas en un lugar visible. Incluye al menos dos actividades diarias, de más de media hora cada una, que te gusten.
** Procura hablar y relacionarte con otras personas.
** Si sigues un tratamiento por enfermedad mental has de hablar con tu médico.
** Cuida tu salud física, vigila tu alimentación y realiza alguna actividad deportiva sencilla.
** Intenta mantenerte activo/a y ocupado/a. Participa en actividades culturales, deportivas.
** Participa en las actividades de alguna Club Social, deportivo, asociación altruista, o de apoyo social en tu zona.
** En caso de autolesionarte, o sentir un peligro inminente de hacerlo, dirígete al Servicio de Urgencias del Hospital o del Centro de Salud más próximo o llama al 911.